Pretencioso e inaguantable desmadre anfetamínico.

Convencional pero entretenida entrega de espada y brujería.

El parque de atracciones de los muertos vivientes.

Una idea atractiva poco aprovechada.

Chéjov, Kaufman y ciencia ficción unidos, pero con poca mordiente.

Decadencia profunda de una saga estirada.

Experimento artístico barcelonés entre el realismo sucio y el fantástico.

Gran ejemplo de correspondencia entre las pretensiones y el resultado.

Fascinante cinta fallida, provocativa e hipnótica.

Insulsa adaptación de Oscar Wilde con maneras irritantes.