Que los vampiros están de moda es algo que hace ya unos años que nadie puede poner en duda, y parece que el mito sigue teniendo cuerda para rato. A esperas de poder ver mañana que ha hecho Matt Reeves con su a priori innecesario remake de "Déjame entrar", hoy se ha presentado la muy disfrutable "We are the night", uno de esos tÃtulos con argumento mil veces visto y con poco nuevo que aportar al género, pero que exhibe una marcada energÃa narrativa y una solvencia que lo hace muy recomendable para los fans de este personaje mÃtico en su vertiente más hedonista y sensual.
Hay varias cosas que llaman la atención en este film de Dennis Gansel, siendo quizás la más poderosa la decisión de situar la acción en el BerlÃn contemporáneo, con sus clubs nocturnos, sus antros alternativos y su noche cool e infinita a ritmo de una constante música de baile energética que irá recorriendo el film de cabo a rabo.
Hay algo muy alemán en él, en su energÃa y en el ambiente que representa. Su personaje femenino protagonista, asilvestrada, masculinizada y peligrosa representa un prototipo de mujer fuerte que hemos podido ver en muchas pelÃculas de los últimos años del cine alemán, como mismamente en "Corre, Lola, corre". Tras ser mordida por una dama vampÃrica con un par de centenares de años a sus espaldas, se transmutará en una fémina más atractiva y sensual y se unirá a esta jaurÃa de cazadoras, ricas, seductoras y mortales, que a diferencia de lo que ocurre con otras versiones del mito, disfrutan de la vida plenamente sin volver la vista atrás (o al menos eso parece). En ese sentido hay una primera parte del film que glorifica la juventud y lo divertido que es ser vampiro, que recuerda a la cinta de culto de los 80 "Jóvenes ocultos". Pero no es el único tÃtulo de esa década que surge en el recuerdo al contemplar la cinta, puesto que también podemos encontrar en ella rastros de "El ansia" (con la que también comparte lo estilizado de su realización) o de "Los viajeros de la noche", sobre todo en su último tramo. Pero no sólo de cintas vampÃricas bebe el film, puesto que la energÃa del primer cine de Luc Besson, especialmente de "Nikita" y "Leon (el profesional)", con su gusto por los personajes femeninos poderosos y la fuerza adrenalÃnica de su narración también es fácil de rastrear por todo su metraje.
Con una ligera trama policiaca de por medio no demasiado apasionante pero que sirve de hilo conductor a las andanzas de este grupo de reinas de la noche que, ante la imposición de no introducir elementos masculinos en su especie superior, se lanzan a gozar plenamente de un lesbianismo lujurioso (emparentándose también aquà el film con otro clásico sobre el tema como "Las hijas de Drácula" de José Ramón Larraz), "We are the night" no pretende sorprender a nadie ni ser excesivamente ambicioso, pero sà que se posiciona a las claras como una versión adulta y desenfrenada de los chupasangres, opuesta por completo a la actual moda "Crepúsculo".
Habrá que ver tal se porta en taquilla en su próximo estreno y con qué cariño la reciben los aficionados. Este Guardián por su parte ha disfrutado mucho con ella y cree que cualquier fan del género con las expectativas lo suficientemente ajustadas podrá pasar un rato estupendo en la sala oscura dejándose devorar por la locura, la pasión y el libertinaje de esta historia clásica convenientemente maquillada para las nuevas generaciones.