El actor Robin Williams ha sido encontrado muerto esta madrugada en su domicilio al norte de California. La policía trata de determinar la causa de la muerte, aunque no se descarta el suicidio. El examen forense se realizará hoy martes.
Su esposa, Susan Schneider ha emitido el siguiente comunicado: "Esta mañana he perdido a mi marido y a mi mejor amigo mientras que el mundo ha perdido a uno de sus más queridos artistas y una de sus mejores personas. Tengo el corazón hecho pedazos”.
Pese a que será recordado por sus papeles en Good Morning, Vietnam, El club de los Poetas Muertos, El indomable Will Hunting, o Patch Adams, Williams mantuvo una larga relación con el fantástico.
Lo vimos encarnar a un extraterrestre en las comedias televisivas Días Felices y Mork & Mindy; fue el Rey de la Luna de Las Aventuras del Barón Munchausen; un vagabundo que buscaba el Santo Grial en El Rey Pescador; Peter Pan en Hook; la voz del Genio de Aladdin; se perdió en Jumanji; creó aquella sustancia verde de Flubber y el profesor chiflado; buscó el otro lado en Más allá de los sueños; y encarnó al androide más humano que ha podido ver el cine en El Hombre Bicentenario, entre muchos otros papeles.
Pero fue precisamente en El Hombre Bicentenario donde recitó la frase “Prefiero morir como un hombre, que vivir la eternidad como una máquina”. Una frase que en un día como el de hoy adquiere un cariz profético.
Williams se ha ido como un hombre, pero su arte continuará alimentando nuestras ilusiones por toda la eternidad.
DEP.