Amaia Salazar, inspectora de Homicidios de la PolicÃa Foral, regresa a su Elizondo natal para investigar una serie de asesinatos rituales en las que las vÃctimas son jóvenes adolescentes que aparecen con el vello púbico rasurado, las manos dispuestas en actitud virginal y cubiertas de pelos de origen animal.
Muy pronto, la prensa comienza a llamar al asesino basajaun, en referencia a una criatura mitológica propia de las tradiciones de la zona, algo asà como un bigfoot navarro, debido precisamente a las fibras animales que aparecen junto al cadáver de los jóvenes.
Mientras la investigación criminal avanza (hacia una resolución que, en ese aspecto, no presenta sorpresas), lo sobrenatural empieza a cobrar cada vez más presencia, inundando las calles de Elizondo, las aguas del Baztán, manando de la savia de los árboles del bosque, convirtiéndose en un personaje más que es lo que hace realmente interesante esta historia.
Cartas de tarot, sueños, fantasmas y poderes antiguos acompañan a la protagonista de la historia, ayudándola incluso de forma tangible, convirtiendo asà a la TrilogÃa de Baztán en algo distinto a las series de novela negra que pueblan las estanterÃas de librerÃas y bibliotecas, asemejándose más a las historias de John Connolly.
Una buena lectura para los amantes de lo sobrenatural.