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Póster:
- Titulo Original: The Grundge
- Año: 2020
- Director: Nicolas Pesce
- Guión: Nicolas Pesce (Remake: Takashi Shimizu. Historia: Jeff Buhler, Nicolas Pesce)
- Reparto: Demian Bichir, John Cho, Andrea Riseborough, Lin Shaye y Betty Gilpin
- Duración: 94 minutos
Durante el festival NIFFF, en la ciudad suiza de Neuchatel del año 2018, este medio acudió como jurado de la crÃtica con servidor representando a la revista. La cinta premiada por mis compañeros y yo fue Piercing, un excepcional pseudo-giallo dirigido por Nicolas Pesce. Este realizador, es el responsable de la nueva pelÃcula de la serie The Grundge que hoy nos incumbe, uno de los primeros estrenos del año. La franquicia de pelÃculas de La Maldición es ya longeva, todo comenzó con un par de cortometrajes japoneses y con la primera pelÃcula en 2002 dirigida por Takashi Shimizu. Tras varias secuelas y adaptaciones al mercado estadounidense, llega, para abrir la década esta nueva revisión del universo Ju-On.
La trama se ubica paralelamente a la acción del primer remake que protagonizó Sarah Michelle Gellar en 2004 y que dirigió el mismo Shimizu, y narra como una detective (Andrea Riseborough) investiga una serie de muertes sospechosas, todas derivadas de una casa. Una vez que ella entra, la maldición se aferra a ella y no la suelta. Kayako y su largo y estropeado cabello negro serán ahora su pesadilla.
El resultado es bastante satisfactorio, con una lÃnea cronológica de idas y venidas en el tiempo que son un punto a favor, ya que sirve como rompecabezas que propone una historia que poco a poco va tomando sentido según se van encajando las piezas. Como comentaba en la sinopsis, conecta además con Japón y la historia de la casa original y los inicios de la mitologÃa.
La atmósfera está construida sin prisa, pero sin pausa, adornando el film con un ambiente denso y malrrollero, siempre apoyado por una fotografÃa oscura pero inteligente, que solo te deja ver cuando a Pesce le conviene para alimentar el horror. Es, en realidad, un hÃbrido de su cine más personal y el terror mainstream que pide desesperadamente la audiencia de este tipo de producto. Una combinación de ese halo indie tan pausado, marca del director, conviviendo con jump-scares de manual y la tÃpica trama detectivesca enrevesada, explotando estos tópicos de manera inteligente. Se aleja de los parámetros introducidos por el J-Horror a principios de siglo en oriente y sus consecuentes imitaciones hollywoodienses y no abusa de las presencias fantasmales llevando el conflicto a un terreno mucho más psicológico sin olvidarse nunca de encaminar el relato por una narración y desenlaces más catedráticos, dejando asà constancia de lo bien que entiende el género (o al menos, este tipo de género) su realizador.
Me gustarÃa además romper una lanza en favor de la interpretación de los actores involucrados en el proyecto. Pulida y trabajada a diferencia de la mascada actuación a la que nos tienen acostumbrados en este tipo de films, más tirando siempre a punto muerto que a desarrollar los personajes. Y dentro de este apartado, destacar en especial a Andrea Riseborough, que deja en todo momento el pabellón bien alto y a Lin Shaye, la ya mÃtica actriz del terror contemporáneo en un desquiciante papel.
En resumidas cuentas, no se sabe que es a ciencia cierta, si un remake, un reboot, una continuación o qué, pero el caso es que funciona. Demuestra que la fórmula no está agotada con una dosis de personalidad fÃlmica y te hace comenzar el año cinematográfico con el pie derecho.