No es ningún secreto que, a medida que ha ido pasando el tiempo, Frank Miller se ha ido radicalizando en su ideología política. No obstante, hay gente que piensa que simplemente se ha hecho más evidente. Quiero pensar que, en sus inicios, el tono cínico que caracterizaba a su obra fuera sinónimo de una postura más relativista. Este proceso de radicalización, obviamente, afecta a la evolución de su obra. De hecho, ha implicado que cada nuevo cómic que publica reciba más críticas negativas o sea recibida con menor entusiasmo entre todos sus seguidores, entre los que me cuento. Sin embargo, este hecho no suele reflejarse en las ventas.
En este caso me gustaría analizar el All Star Batman & Robin, ya que desde mi punto de vista contiene los ingredientes clásicos de Frank Miller (el individuo contra el sistema, la violencia como mecanismo de cambio, el desprecio hacia el gobierno/poder establecido y la manipulación por parte del gobierno y de los medios de comunicación) que, a pesar de estar lejos de sus obras más clásicas, contiene suficientes puntos de interés como para ser leído y disfrutado, incluso si no te encuentras entre los incondicionales de la obra de Miller. En este cómic nos encontramos con un Batman próximo cronológicamente al Batman: Año Uno, aunque la psicología del personaje ha ido evolucionando y se distancia respecto de la que mostraba en dicha obra. Nos encontramos con un Batman violento y salvaje que, tortura y propina brutales palizas en su eterna cruzada contra el crimen, es casi un psicópata en estado hipomaníaco. Disfruta de la violencia y a través de ella restablecerá el orden en una ciudad corrompida hasta los cimientos como es Gotham. Emplea todos los medios posibles para erradicar el crimen con sus puños y, todo aquel/la que se oponga, será considerado un enemigo. De hecho, sus métodos chocan frontalmente con la concepción que tienen algunos de los superhéroes de DC, entre los que se encuentran Superman, Green Lantern o Wonder Woman, para combatir con el crimen. Ha estallado la guerra en esa ciudad y Batman está formando su ejército. Para ello recluta a un joven Dick Grayson de 12 años, traumatizado por la reciente muerte de sus padres y en plena vorágine de violencia. Este personaje funcionará como brújula moral de Batman, puesto que en el momento en el que Grayson casi mata a Green Lantern, Batman se apercibe que está creando un monstruo y que debe deponer su actitud o emplear otros medios.
El guión de la obra está en manos de Miller pero en esta ocasión ha cedido los créditos del dibujo a Jim Lee, otro autor con una dilata experiencia en el mundo superheroico. A pesar de que disfruto de los dibujos desproporcionados de Miller, con los torsos masculinos gigantes y las voluptuosas mujeres. El diseño de personajes en esta obra es excelente, ya que Lee muestra un verdadero virtuosismo para retratar a los personajes y dota de un verdadero dinamismo a toda la obra.
Por todo ello, considero que gozaréis de esta obra si os dejáis llevar por la violencia que la impregna.