Un relato más o menos contemporáneo de magia más o menos tradicional que, al menos en esta parte, da menos de lo que ofrece.
A primera vista, el currículum de Ben Aaronovitch (Londres, Reino Unido, 1964) se nos presenta como impecable, ya que además de librero y autor de varios volúmenes, es además guionista de series de televisión como la mítica “Doctor Who”. Y de su fértil imaginación y de su amor por esa ciudad en la que ha nacido y se ha criado, y que es un indiscutible territorio fértil para todo lo que tenga que ver con magia y misterios varios, nació en 2011 esta “Rivers of London” que Minotauro tuvo a bien publicar en estos lares al año siguiente (y que Oz Editorial ha recuperado el pasado 2017, tal vez con intención de publicar más volúmenes de la saga), con la vergonzosa frase de portada que reza nada menos que “lo que sucedería si Harry Potter ingresara en la policía metropolitana”.
Aunque la premisa es sin duda atractiva, porque después de todo, ¿sabían ustedes que en Londres ha habido (y hay, aunque hoy en día no se vean) muchos más ríos que el célebre Támesis, cada uno de ellos con su propia historia y su particular recorrido? Pues lo que hace Aaronovitch es trazar además las personalidades de esos ríos y de los ¿dioses/as? que los encarnan, los cuales están inmersos en una especie de guerra territorial entre campo y mar (hay dos dioses del Támesis, y de ahí mucha parte del lío), y en la que tiene que intervenir el departamento especializado que la policía londinense tiene para estos menesteres, que como suele ser habitual, se reduce a un solo inspector… y a su aprendiz, que es el verdadero protagonista de esta historia, y que tiene que aprender a vérselas con un mundo que no comprende y que no es en absoluto como el de Harry Potter (como bien se encarga de decirle su maestro).
Pero sin embargo, y a pesar de todos los atractivos que tiene y que a fin de cuentas consiguen que el libro sea más que legible y que se disfrute bastante (después de todo, el tema escogido no está nada mal), y de las referencias a historias tan concretas como Punch & Judy, o toda la narración detectivesca salpimentada con datos más o menos reales tanto de la policía y sus vivencias como de la misma sociedad de estos tiempos que corren (la raza de su protagonista y todo lo que ello conlleva), al final no podemos dejar de tener la sensación de que el autor no ha conseguido del todo su propósito. Porque todos esos temas que nos prometía solamente los ha tocado tangencialmente, y ese mundo paralelo que ha levantado no cuenta ni con sólidos cimientos (quizás haría falta otra novela que los explicase) ni con detalles que le den la necesaria riqueza como para lograr algo más que un rato de mero entretenimiento. Aunque la verdad sea dicha, el libro es solamente el primero de un total de siete publicados hasta el momento, así que si Oz Editorial decide continuar apostando por ellos, tal vez tengamos que matizar la opinión en un futuro que (ojalá) sea próximo…
-El atractivo: su premisa, su redacción correcta, y el saber que hay bastantes más después de él.
-El no-atractivo: que no da todo lo que promete, y uno se queda con la sensación de que podía haber sido muchísimo mejor.
-El mayor atractivo: los ríos de Londres, desde la voluptuosa Beverly hasta la temperamental Ty.
-El atractivo que le haría falta: tal vez una historia sobre Ettersburg, o sobre el inspector Nightingale. ¿Quién sabe?