- Póster:
- Titulo Original: Halloween Ends
- Año: 2022
- Director: David Gordon Green
- Guión: Chris Bernier, David Gordon Green, Paul Logan y Danny McBride. Personajes: John Carpenter y Debra Hill
- Reparto: Jamie Lee Curtis, Will Patton, Andi Matichak, Rohan Campbell y Kyle Richards
- Duración: 111 minutos
¿De verdad? O sea, ¿en serio? Ya no me refiero a que, si realmente este es el verdadero final de la franquicia Halloween, una de las más queridos por los fans, que seguro que no por otra parte, sino a que si realmente Myers se merecía este final. Y no, no me refiero a su final personal, sino a esta película como cierre oficial y definitivo de la saga.
Es, al parecer, el final definitivo de Laurie Strode, eso sí, pero no me trago que la cosa se quede aquí ya para siempre.
Cuatro años después de los acontecimientos de Halloween Kills, Laurie vive con su nieta Allyson (Andi Matichak) y está a punto de terminar de escribir sus memorias. Nadie ha vuelto a ver a Michael Myers desde entonces. Laurie, después de permitir que el espectro de Myers controlara su realidad durante décadas, ha decidido por fin dejar atrás el miedo y la rabia para dedicarse a vivir. Pero cuando acusan a Corey Cunningham (Rohan Campbell) de matar al niño al que cuidaba, se desencadena una cascada de violencia que obligará a Laurie a enfrentarse de una vez por todas con una maldad que no puede controlar.
Suena el saxofón de un payaso triste. Y es que, esta entrega no tiene absolutamente nada que la haga especial o peculiar. Es por el contrario la más inconexa y la peor de todas las películas, incluyendo las primeras secuelas, esas que decidieron no eran oficiales ni canon, la cuarta, la quinta y la sexta. Es inferior también obviamente a H20 e incluso a Resurection, y de las de Rob Zombie mejor ni hablemos...
Se nos presenta una trama paralela que poco importa y nada aporta al eje central de los acontecimientos que rodean a Strode y su nieta e incluso no se renuncia a crear una trama romántica rancia que te saca en todo momento de lo verdaderamente importante: Michael Myers. Y... ¿dónde está Michael Myers? Pues buena pregunta, en verdad se encuentra escondido como una rata en una cloaca a las afueras de Haddonfield y parece crear una especie de simpatía con el personaje interpretado por Rohan Campbell, al que no aniquila, aunque pueda... En este sentido me recordó medianamente a aquella sexta parte dirigida por Joe Chappelle de la primera horda de secuelas, La Maldición de Michael Myers, donde el asesino ya era inmortal y creaba una conexión telepática con su sobrina interpretada por Danielle Harris... crazy.
Pocos elementos tienen pies y cabeza en esta última pieza de una trilogía de David Gordon Green que sin duda ha ido a menos. “Para lo que me queda en el convento me meo dentro” debió de pensar el director y su equipo de guionistas, en el que, sí, está John Carpenter, y decidió hacer literalmente lo que le dio la gana sin importarle el espíritu de la franquicia o lo importante que puede llegar a significar una cinta que lleva la palabra Ends en su título.
Tiene escenas bien filmadas y ese halo lúgubre que caracterizo a las otras dos películas, e incluso muertes muy bestias, pero está tan poco inspirada que nada la salva de la quema. Ni siquiera el pobre Will Patton que, en fin, pasaba por allí...
En resumidas cuentas, Strode no se merecía esto. Myers no se merecía esto. Halloween no se lo merecía.
Un fracaso evidente.
La peor de todas.