Pese a no ser ya el cineasta que facturó cintas como Dog Soldiers o The Descent, y es que en los últimos años sus producciones se han visto relegadas a un segundo plano, sobre todo desde el estreno de su Hellboy, la última película de Neil Marshall si que se ha estrenado en la gran pantalla en nuestro país, aunque haya sido de forma ajustada.

En su última misión en Afganistán, Kate, una piloto de la RAF, es herida. Para escapar de sus perseguidores, se refugia en un búnker que antiguamente había sido usado por los rusos para experimentar con ADN alienígena. La batalla entre soldados y monstruos mutantes está servida.

Con esta premisa súper de serie B, pero súper divertida arranca esta The Lair, cinta superior a The Reckoning, anterior de su realizador y que, como decía, aunque esté a años luz de sus mejores películas, recupera el espíritu del cine de explotación de videoclub de principios de los dosmiles, ese que contenía una trama disparatada con algún evento real, en este caso, la guerra de Afganistán. Tal vez ese ha sido uno de los mayores problemas de La Guarida, el público no ha sabido identificar las referencias y no esperaba este espectáculo gore donde no faltan la heroína bad ass, los personajes rudos y los monstruos que harán las delicias de los fans de la casquería y las criaturas mutantes. Puede que esperasen más el típico film de acción insípido con toques de género de por medio, pero es que Marshall va a más en esta ocasión y genera una aventura donde debes dejarte llevar por la locura.

¿Qué es lo que ha podido hacer que la película quede lastrada a ojos de la crítica? Además de las inevitables comparaciones con los primeros trabajos de su director, la música y algunos de los FX pueden no estar a la altura de las competencias de la película, y eso escuece en alguna parte de la audiencia, sobre todo lo que compete a los efectos especiales.

Habíamos visto ya a Charlotte Kirk en la anterior película de Marshall, la ya mencionada The Reckoning, y aquí vuelve a repetir como protagonista (además de co guionista con el propio Marshall) y merece la pena destacar, que es lo más reseñable dentro del cast. Se cree su papel y, eso, en este tipo de producción se agradece enteros.

En resumidas cuentas, pasajera diversión que no quedará para la posteridad, pero si nos dará un buen rato de adrenalina y sangre. Más que suficiente para un blue monday o similar.