Ahora que Christina Ricci vuelve a estar de moda tras su aparición en la serie de Netflix Wednesday, alguien avispado vio en Monstrous una oportunidad de estrenar la cinta de Chris Sivertson en salas para explotar a la actriz norteamericana, principal reclamo del film por otra parte.

La historia se centra en una mujer traumatizada que huye de su exmarido abusador con su hijo de 7 años. En su nuevo y remoto santuario, descubren que tienen que enfrentarse a un monstruo más grande y aterrador.

Película que desprende personalidad, sobre todo en su primer tercio, donde se nos presentan unos años 50 bien adornados, con un halo y atmósfera apasionantes e incluso reconfortantes. Por momentos, no parece incluso que estemos visionando una película de terror, dada esa naturalidad que envuelve al film. Todo hasta que comienzan a desarrollarse las primeras secuencias oscuras, dotadas todas ellas de una tensión palpable, aunque siempre terminan ofreciendo un desenlace frustrante.

Con el devenir de los minutos comenzamos a adentrarnos en la verdadera trama de Monstrous. El trauma. El desesperante trauma que tantos libretos copa en los últimos años. Esa tendencia a, el trauma es más terrorífico que cualquier monstruo o asesino real tendrá sus defensores, todo ellos seguro alegando casos de la vida real, pero lo cierto es que en el cine de terror de los últimos diez años ya huele a chamusquina. Y es eso a grandes rasgos lo que le ocurre a la película, su fotografía, arte y primeros compases del metraje son tremendos, pero pasado el ecuador termina por agotar. Es aun así un producto curioso que no se debe dejar escapar, aunque sea solo por confirmar mi teoría.  

La parte actoral la eclipsa, como no podía ser de otra manera, Ricci, que además parece divertirse bastante en general, tanto con su rol como con todos los elementos que le rodean en la película.

En resumidas cuentas, tiene ideas interesantes y algún susto a destacar, pero termina perdiéndose en un discurso que te saca del contexto del film, y sobre todo de la tremenda atmósfera retro que crea.