Con más de un mes de retraso llega a Scifiworld la reseña de The Vigil. De lo poco de terror que se ha estrenado en pantalla grande tras el verano y que, como no podía ser de otra forma, teníamos que reseñar en el medio.

La Blumhouse no para y se anota este tanto de terror judío sacado prácticamente de la manga. Hace ya una década o más, la temática se puso de moda en nuestras pantallas con películas como La semilla del mal (2009) de David S. Goyer, por cierto, o The Possession (El origen del mal) (2012) de Ole Bornedal, que explotaban el horror desde una temática hebrea. The Golem en 2018 lo rescataba con una cinta de producción directamente israelí. La película que nos ocupa ahora recupera ese tono con la siguiente trama:

Tras aceptar convertirse en shomer nocturno (una práctica judía en la que una persona vigila el cadáver de un miembro de la comunidad recientemente fallecido), un joven que acaba de perder su fe descubre que la casa donde ejerce de vigía esconde un terrorífico secreto.

Un terror minimalista que centra en su ambientación todo lo que muestra en pantalla y relata con el guion. Es donde se cimenta prácticamente todo. Y para ello hace un muy buen uso del sonido, ampliamente destacable o las marcadas secuencias en cada emplazamiento dentro de la casa.

Si bien tira en más de una ocasión de los típicos jump scares, lo hace de una manera en la cual estos no son los protagonistas absolutos, sino que acompañan al conjunto y a la ya mentada atmósfera opresiva.

Uno de sus puntos fuertes es Fred Melamed, un protagonista absoluto que ocupa casi el 100% de tiempo en pantalla y que no flojea en ningún momento. Se podría decir que se come la película él solito.

Decir, que en algunos momentos el ritmo decae, y es que es complicado mantener un escenario y prácticamente un personaje durante 90 minutos, pero aun así sale del bache y consigue sostenerse en una temática entretenida y sorprendente. Una pequeña película, marca de la casa, que bebe lo justo de El Exorcista.

En resumidas cuentas, una cinta teatral que intenta ser más perturbadora de lo que en realidad es, pero que aun así consigue posicionarse por encima de la media en cuanto lo visto en estrenos de pantalla grande se refiere.